viernes, 16 de septiembre de 2011

Un nuevo destino: El Algarve romano

Siento muchísimo la inactividad de estos meses debido, principalmente, a las vacaciones de verano. En este apartado viajaremos a Hispania, donde visitaremos el Algarve romano (sur de portugal)

La región más meridional de Portugal posee, a la vista de todos, huellas de presencia humana que se remontan a tiempos inmemoriales. Comience visitando los vestigios neolíticos del Dólmen de Piedra (Anta da Pedra) del Alagar en Ameixial (Loulé) y del Dólmen de las Piedras Altas (Anta das Pedras Altas ) en Cachopo (Tavira). El primero tiene la más que respetable edad de 4.000 años.

Los romanos dejaron aquí puentes, carreteras y villas. Conozca las ruinas de Boca do Rio (Budens) y de Cerro da Vila (Vilamoura), así como la Villa Romana de Milreu (Estói).
 La Villa de Pisoes
La villa de Pisoes es uno de los lugares más representativos de la ocupación romana  en el Algarve, ya que, por los objetos encontrados, se sabe que estuvo habitada sin interrupción desde el s. I al siglo IV.
 
Un embalse de aquella época retiene aún las aguas del río Pisoes y cerca, sobre un pequeño alto, está la casa, con cuarenta y ocho salas, varias piscinas, lagos y jardines interiores y exteriores.
 Las ruinas de Milreu 
Las , en los alrededores de Faro, es un importante conjunto arqueológico romano declarado Monumento Nacional en 1910, y situado en Estoi en el Algarve de Portugal.
El arqueólogo que lo descubrió fue Estácio da Veiga, en el año 1877, y dió fe de que fué una gran casa de campo trasformado en el siglo III en un edificio de lujo. En las ruinas de Milreu se pueden observar el peristilo central de lo que fue la vivienda, algunos mosaicos con motivos de fauna marina, al igual que algunos de los balnearios anexos a la casa.
Durante el siglo IV se levantó un santuario convertido a templo cristiano durante la época paleocristiana. Es digno de mención los contrafuertes cilindricos en las esquinas superiores de la genuina casa romana. La parte residencial es visible y tomó parte de las construcciones de las últimas villas romanas que se organizaban en torno a un peristilo central con 22 columnas, rodeando el patio. Éste con acceso a un jardin.
El recinto de las ruinas de Milreu fue usado también como cementerio en la época islámica. En la primera mitad del siglo X, se derribaron las bóvedas y el lugar fue abandonado hasta el siglo XVI.